Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
El tercer debate entre los 4 candidatos presidenciales, el
priísta José Antonio Meade, el panista Ricardo Anaya, el de Morena Andrés
Manuel López Obrador y el independiente Jaime Rodríguez “El Bronco” no
plantearon nada trascendente.
Al responder a los distintos bloques de preguntas
relacionados con desarrollo económico, combate a la pobreza y a la desigualdad,
educación, salud, ciencia y tecnología y preservación del medio ambiente
respondieron con algunos matices lo mismo que exponen en las plazas públicas,
en los millones de spots y que son reiterados a diario por sus voceros de
campaña.
Lo que más llamó la atención en ese último debate fue una vez
más la andanada de incriminaciones de los candidatos del PRI y del PAN en
contra de López Obrador. Ante esta embestida el político tabasqueño simplemente
los capoteó como buen torero.
Fue entonces cuando Ricardo Anaya desenvainó la espada en
contra del priísta José Antonio Meade y a su jefe el presidente Enrique Peña Nieto
a los que acusó de haber acordado con López Obrador un pacto de impunidad;
luego, ya en el paroxismo de su acusación de las corruptelas de Peña Nieto y
del Sr. Meade prometió que de llegar a la presidencia de México serán procesados
penalmente y los meterá a la cárcel.
La reacción del Dr. Meade no se hizo esperar. Le restregó a
la cara del enojado Ricardo Anaya que es el primer candidato presidencial que
está siendo investigado por presuntos delitos de lavado de dinero y enriquecimiento
ilícito y que muy pronto tendrá que responder a la acción de la justicia. Ambos
candidatos dieron una exhibición de rudos fajadores y de no ser por la oportuna
intervención de los moderadores se hubieran dado hasta con la cubeta.
Según el recuento de un diario nacional en ese debate hubo 36
descalificaciones y 59 propuestas. Los cómo resolverán los problemas brillaron
por su ausencia. Estos nos mostraron la poca calidad del último debate.
De acuerdo a la mayoría de los analistas del debate en
cuestión independientemente de quien se declare vencedor no variará en mucho
las actuales tendencias electorales respecto al primer lugar que hoy ocupa
sostenidamente el candidato de morena-PT y Encuentro Social.
Lo que sí es posible es el cambio en la disputa por el
segundo lugar. El voto de los indecisos y el llamado voto útil podría favorecer
a una u otra coalición encabezada por el PRI y el PAN.
Desde el punto de vista político ocupar el segundo lugar en
votación significaría más curules en el Congreso de la Unión y, por ende
estaría en mejor posición para negociar con el próximo presidente de México…
La posible
nueva geografía política.-De acuerdo al análisis de una encuesta patrocinada
por la COPARMEX a la empresa encuestadora “Berúmen y Asociados” la coalición
Morena, PT y Encuentro Social ganaría la presidencia de la república con López
Obrador; tendría la mayoría simple en ambas cámaras, muy cerca de la mayoría
absoluta. De las 9 gubernaturas en disputa ganaría la Ciudad de México,
Chiapas, Morelos, Veracruz, Tabasco y Puebla.
El PAN ganaría Guanajuato y Movimiento Ciudadano en Jalisco y
el PRI en Yucatán.
Otro dato relevante de esa encuesta es lo que revela el
aporte en votos de cada uno de los partidos coaligados en torno a las tres
principales fuerzas políticas más importantes en el país.
En la coalición que encabeza Morena sorprende el PT pues
aporta el 14% de los votos y Encuentro Social el .5%. La coalición “Por México
al Frente” el PRD solo aporta a Ricardo Anaya el 1.5% y el Movimiento Ciudadano
el 1%. En la coalición “Todos por México” a su candidato Meade el PVEM le
aporta el 2% y el PANAL el 1%.
Como se ve la mayoría de los minis partidos fueron utilizados
para jalar financiamiento y spots publicitarios a favor de sus candidatos
presidenciales…