Este principio
elemental de gobernar despertó enormes expectativas entre los nayaritas. Por fin
tendríamos a un mandatario cercano a la gente, que escucha, se compromete y
resuelve los problemas sin más condición que se haga mediante un diálogo
abierto, transparente y de cara a la sociedad.
En efecto,
de parte del Ejecutivo Estatal honra su palabra durante sus giras de trabajo itinerantes
al interior del estado. Su mejor virtud es delegar responsabilidades en su
equipo de trabajo.
¿Todos
cumplen esta encomienda? Eso es precisamente lo que se tendrá que evaluar y,
seguramente lo hará una vez que concluya el actual proceso electoral.
¿Cómo se
evaluarán los primeros 9 meses o tal vez hasta el próximo 19 de septiembre
cuando rinda su primer informe de gobierno? Naturalmente que por los resultados
en cada una de las áreas de la administración estatal.
De estos
primeros 9 meses destaquemos algunas acciones de gobierno que de una manera u
otra impactan al sector más desprotegido de los nayaritas; por ejemplo: las
farmacias populares; tiendas de alimentos básicos; la entrega de la tarjeta “100%
Nayarita” que les blinda acceso a numerosos bienes; los servicios funerarios
gratuitos a personas indigentes; pequeñas empresas manufactureras de vestido;
la continuidad del Programa “Rosa” a madres solteras; comedores gratuitos
instalados en calles aledañas al Hospital General de Tepic y del ISSSTE;
programas de invernaderos comunitarios para el empleo de la mujer; la pavimentación
en coordinación con el Ayuntamiento de Tepic de importantes vialidades en
colonias populares.
En el plano
educativo destaquemos la recuperación y control de los SEPEN que en sexenios
pasados era coto de poder de los caciques de la Sección 20 de maestros. Ahora si
se respetará el sistema escalafonario para accesar a puestos de mayor
responsabilidad; las plazas que se
ofertarán en los próximos 6 años serán mediante concurso de oposición.
Otra de las
prioridades que atiende esta administración estatal y le ha dado fuertes
dolores de cabeza es nada menos que el pago de enormes deudas dejadas por el
gobierno de Ney González, lo que obligó a solicitar al Congreso del Estado la restructuración
de su deuda pública a efecto de disponer
de liquidez para hacer frente a los reclamos de pagos a numerosos acreedores públicos
y privados.
Esta situación
impide al gobierno estatal realizar las grandes obras de alto impacto social y económico
que requiere nuestra entidad inscrita en el Plan Estatal de Desarrollo.
Las acciones
de gobierno hasta ahora emprendidas deben valorarse en su justa dimensión. Será
saludable para quienes están comprometidos en el gabinete de gobierno
reflexionar críticamente sobre lo que fue posible hacer y no se hizo. Algunos funcionarios
continúan nadando de muertito pretextando que no hay recursos; otros, para no
exponerse a cometer errores optan por no hacer nada. Tenemos por ejemplo, en
salud, educación y empleo. En el primer rubro, el mismo Roberto Sandoval quedó
pasmado de los pésimos servicios médicos-hospitalarios en el Hospital General
de Tepic. Allí será necesaria una profunda restructuración, no solo en ese
nosocomio sino en todos los centros de salud en el estado.
En el sector
educativo ocurre lo mismo: se limpió en los altos mandos de los SEPEN, pero
toda la cadena del proceso educativo sigue cooptada por los intereses
caciquiles del liberatismo. La oxigenación no llegó hasta los centros escolares
porque sus arterias están atrofiadas por los intereses sindicales.
En el área de
la economía hay la esperanza de que a mediano plazo arriben a Nayarit empresas
armadoras de autos, las cuales generarán miles de empleos a largo plazo; pero
si comparamos los índices del desempleo en nuestra entidad, no serán suficientes.
Hace falta una política de industrialización de mediano y largo plazo.
Y que decir
del sector agropecuario. Allá se tendrá que diseñar un plan estratégico de
emergencia para invertir en la producción agrícola, pecuaria y acuícola, lo que
promoverá la reactivación de la economía mediante la generación de empleos.
Añadamos a
este problema el de la comercialización de nuestros productos alimentarios
cuando en cada temporada aun cuando hay abundante producción de granos,
nuestros campesinos son victimas de los voraces coyotes que compran la producción a bajos precios. Este
crónico problema desalienta al productor y la salida más fácil es vender o
rentar sus parcelas y emigrar a los Estados Unidos o a las grandes ciudades en
busca de empleo.
Reconocemos que
una de las Secretarías que mejor ha funcionado es la de Administración y Finanzas,
así como la Secretaría de Seguridad Pública y la Subprocuraduría General de
Justicia. En los hechos sus resultados son tangibles: hay una mejor seguridad
pública y una buena administración y distribución de los recursos públicos.