Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Racionalidad
ante el triunfo.-Los dirigentes del priísmo nayarita no deben echar
las campanas a volar luego de su triunfo en los tres distritos electorales
obtenidos en los comicios federales del pasado domingo.
En la perspectiva de la sucesión gubernamental del 2017 deben
conducirse con prudencia puesto que los 135,352 militantes y simpatizantes del
PRI y PVEM que lograron atraer a sus candidatos dista mucho de los que logró
captar el actual gobernador Roberto Sandoval en el proceso electoral del 2011
que alcanzó la cifra de 220 mil 508 sufragios.
Si tomáramos como base los resultados de aquella elección y
de haberse construido una alianza de toda la oposición la coalición oficialista
no estuviera gobernando el Estado, ya que la oposición junta hubiera sacado una
votación de 247 mil 393 votos.
En la elección estatal intermedia del 2014 en esa coalición encabezada
por el PRI no le fue muy bien aunque ganó la mayoría de los ayuntamientos pero
perdió 4 diputados de mayoría y el principal bastión en votos como lo es el
municipio de Tepic.
Con estos antecedentes los dirigentes del partido gobernante cometerían
un gran error estratégico engolosinarse con su triunfo pasado. Por el contrario
en lo que resta de esta administración estatal están obligados a recuperar la
unidad interna de todas sus corrientes, capacitar nuevos cuadros con oficio político
y sensibilidad social para que estos puedan ser los próximos candidatos a los diversos
puestos de elección popular.
Un punto nodal para enfrentar con éxito la próxima campaña
electoral en el 2017 es sin duda quien será el candidato del PRI-PVEM a
gobernador del Estado.
De todos los cuadros políticos que hoy dispone ese partido
solo vemos en el horizonte al actual Senador de la República y secretario
general de la Confederación Nacional Campesina (CNC) C.P Manuel Cota Jiménez.
A nuestro juicio Cota Jiménez es uno de los mejores activos políticos
del tricolor. Su carrera ha ido en ascenso: regidor, presidente del gobierno
legislativo, alcalde de Tepic, diputado federal, presidente estatal del PRI y
Senador de la República y con el apoyo del presidente Enrique Peña Nieto, líder
nacional de la CNC.
Este político nayarita se distingue por su capacidad de
interlocución y negociación con todos los partidos políticos, grupos
empresariales y con los principales líderes de las corrientes internas de su
partido.
Ante una eventual alianza opositora en el 2017 no vislumbro a
otro cuadro priísta capaz de enfrentar a la oposición.
Como en política no hay nada escrito debido a que las cúpulas
partidistas determinan el destino de sus
cuadros en función a su rentabilidad y no a sus talentos todo puede suceder.
Sin embargo los dirigentes de los partidos políticos no deben
olvidar el golpe demoledor que les propinó Jaime Rodríguez “El Bronco” en el
Estado de Nuevo León.
Se demostró que la imposición de candidatos más pronto que
tarde pasará al olvido. La ciudadanía organizada se ha vuelto cada día más
exigente y se los está cobrando en las urnas.
Otro ejemplo tenemos a la vista fue la reciente derrota del
PAN en Tepic. El hecho de haber impuesto como candidato al ex priísta Alejandro
Galván a espaldas de la militancia panista.
Sería bueno que la dirigencia estatal del PAN explicara a la opinión
tepicense el por qué ese partido no
apoyó la candidatura del ex rector de la UAN, Francisco Javier Castellón
Fonseca en el distrito 02 asentado en el municipio de Tepic. El ex senador de
la república era el mejor posicionado por su perfil profesional. El electorado
tepicense les dio una gran lección al relegar a ese partido hasta el tercer
lugar. Esperemos que entiendan el mensaje…