Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Hoy será uno de los días más cruciales que enfrentará la Universidad Autónoma de
Nayarit (UAN). Los 118 consejeros universitarios que representan a la comunidad
magisterial, estudiantil y de los trabajadores emitirán su voto en la asamblea
del Consejo General Universitario (CGU). Se espera que este voto se ejerza en
plena libertad y ajeno a cualquier interés faccioso porque de ello dependerá
que el próximo Rector tenga plena legitimidad para sacar adelante su proyecto
académico en los próximos 6 años. De lo contrario esa elección podría
desembocar en una ruptura entre los sectores de la universidad que la llevaría
inevitablemente a la ingobernabilidad.
Si en esta elección no se logró consensuar con antelación un
candidato de unidad los tres sectores deben dar un ejemplo del respeto a la
pluralidad democrática, lo que quiere decir respetar la pluralidad de ideas y
que éstas una vez debatidas y confrontadas sea la mejor propuesta la que
obtenga el apoyo mayoritario de los consejeros universitarios. El ejercicio
democrático no quiere decir unanimidad.
Por la actitud beligerante que han asumido los dirigentes de
los tres sectores de la universidad lamentablemente se encamina a un rumbo no
deseado, esto es, a la confrontación y a profundizar su crisis interna.
Recordemos que los primeros que rompieron las reglas de la
competencia electiva fueron los líderes de la FEUAN y del SPAUAN quienes
durante una fiesta celebrada exprofeso para anunciar públicamente su apoyo de
llevar a la Rectoría al Mtro. Ignacio
Peña presumiendo que disponían de la mayoría de los consejeros universitarios para
alcanzar su objetivo.
Este albazo tuvo un tufo priísta utilizado en décadas pasadas
de partido único cuando se anunciaba mediante “la cargada” quien sería el
candidato beneficiario.
En el evento que nos ocupa tal vez motivado por la buena fe
uno de los candidatos, en este caso el Mtro. Ignacio Peña avaló con su
presencia ese evento que rompía de facto la institucionalidad del proceso
electivo porque ni siquiera se había expedido la convocatoria respectiva. Extrañamente
el Rector en funciones C.P Juan López Salazar guardó silencio ante este virtual
albazo.
Lo que vino después de aquel evento ya lo conocemos:
descalificaciones de uno y otro lado sacándose cada quien sus trapitos al sol
en una actitud revanchista.
Luego el viernes pasado en el acto de cierre de campaña del
candidato a Rector Humberto Lomelí Payan celebrado en el campus universitario
el líder del Sindicato de Empleados y Trabajadores de la Universidad Autónoma
de Nayarit (SETUAN), Luis Manuel Hernández Escobedo tocó las trompetas de la
guerra al advertir ante la multitud ahí reunida que no permitirá que un grupo
de vivales se apoderen de la universidad como en la década de los 70´s.
Dijo que aquellos tiempos de turbulencia y de confrontación y
que costó la vida de tres trabajadores universitarios no deben volver para
quedarse.
Hernández Escobedo acompañado por los directores de las
principales unidades académicas y de algunas preparatorias y de la mayoría de
su gremio llamó estar en pie de lucha para que se preserven los altos valores
democráticos de nuestra Máxima Casa de Estudios.
Aunque tardíamente esta vez el Rector Juan López Salazar
exhortó a los tres sectores de la universidad a mantener el diálogo, actuar con
tolerancia y a preservar la unidad de esa Máxima Casa de Estudios para que el proceso electivo no termine en una
profunda división de la comunidad universitaria sobre todo en la situación de
crisis financiera por la que atraviesa esa institución.
Es previsible que en una situación de confrontación interna
en la UAN a nadie le conviene porque existe el riesgo que ante la
ingobernabilidad en esa institución vengan algunas instancias del Gobierno
Estatal o Federal a resolver a su manera los vacíos de poder que violentaría
inevitablemente la autonomía de nuestra universidad como así ocurrió –y está en
la memoria de todos- en la terrible década de los 70´s. Creo que ningún sector
de la comunidad universitaria querrá repetir
los mismos errores del pasado.
Para todos es mejor bajar las trompetas de la guerra y
utilizar el camino de la tolerancia y la negociación política…