Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Ahora la contienda por la silla presidencial es de golpeteo mediático
para desacreditar a los adversarios en el que se utilizan a las instituciones
del estado; este es el caso de los coordinadores de la campaña presidencial del
neopriista, José Antonio Meade quien utiliza a la Procuraduría General de
Justicia (PGJ) en contra de Ricardo Anaya candidato de la alianza
PAN-PRD-Movimiento Ciudadano para exponerlo a la opinión pública como lavador
de dinero y enriquecimiento ilícito.
Uno se pregunta a partir de esta realidad a que grado de
intensidad se iniciará la competencia por las 9 gubernaturas, los escaños en
las dos cámaras del Congreso de la Unión y el resto de candidaturas estatales.
Los operadores políticos del candidato Dr. José Antonio Meade
son los más interesados en descarrilar el proceso electoral dado que su
candidato pintado de ciudadano honesto y trabajador aun con sus buenos modales
de gente decente no convence ni a los electores de su barriada quien hoy está situado en un lejano tercer
lugar en las tendencias electorales.
No solo tiene irritados a sus patrocinadores, entre ellos al
mismo presidente Enrique Peña Nieto sino que los impulsa a utilizar la información
del SAT y el aparato de la Procuraduría General de Justicia para desacreditar a
sus competidores.
En esta lógica de golpeteo pedestre es probable que utilicen
a la Secretaría de Hacienda a través del ramo 23 para asfixiar económicamente a
los gobiernos estatales de la oposición y de esta manera generar la
ingobernabilidad.
Por ejemplo, a nuestra entidad dado el alto índice de la violencia
del crimen organizado el Consejo Nacional de Seguridad (CNS) por medio del Plan
Escudo Titán tenía planeado el envío de un destacamento integrado por cientos
de Policías Federales a Nayarit para que al lado de las fuerzas policiales
locales y militares dieran una batida contundente en contra de los sicarios de
la droga que hoy se disputan a sangre y fuego el mercado de la droga. Hasta la
fecha nada. Lo más probable es que no lleguen mientras discurra la competencia
electoral y más aún si los candidatos del PRI tienen pocas probabilidades de
ganar.
Lo mismo ocurrirá con los programas federales. Los recursos
financieros llegarán a cuenta gotas, si es que llegan. Hacienda tiene el sartén
por el mango, sobre todo su actual titular José Antonio González Anaya es un
incondicional del Dr. Meade.
Aun con todos estos manotazos del PRI-Gobierno en vez de
allegarle probables electores al candidato presidencial priísta, Sr. Meade por
el contrario ha concitado más rechazo a su candidatura. Se percibe en ánimo
público que esta envestida en contra del candidato presidencial de “México al
Frente” a quien más ha beneficiado es al candidato de Morena Andrés Manuel López
Obrador quien sube día a día en las preferencias electorales y se consolida en
el segundo lugar el panista Ricardo Anaya.
Con esta ubicación adversa del candidato de Peña Nieto, -que
no de las bases militantes del PRI- nada bueno se puede esperar durante los
tres meses de campaña a partir del 30 de marzo. En vez de propuestas de como
los candidatos y sus partidos resolverán los principales problemas del país estarán
más preocupados en buscar la forma de cómo llenar de lodo a sus adversarios
para exponerlos a la repulsa popular.
De optar por la confrontación y no de proyectos de gobierno sino
de adjetivos descalificativos y judicialización de la política debilitarán aún más
a nuestras incipientes instituciones democráticas.
Pone los pelos de punta cuando el candidato panista, Ricardo
Anaya ante la campaña de odio en su contra emprendida por el PRI-gobierno en un
tono rijoso adelantó que de llegar a la silla presidencial meterá a la cárcel a
Peña Nieto y sus compinches. ¿Quiere decir que no hemos superado la etapa
autoritaria del viejo PRI de la presidencia imperial?
¿De que servirán entonces las nuevas instituciones de procuración
y aplicación de la justicia si por fobias el presidente de la república en
turno decidirá de esa forma el rumbo de la nación?..