Por Francisco Cruz Angulo
Fue finalmente en la residencia de Los Pinos donde el
presidente Enrique Peña Nieto rindió su Primer Informe de Gobierno en donde dio
cuentas de 9 meses de su gestión.
Es poco tiempo para medir si los resultados hasta hoy
logrados transformaran al país.
En materia de desarrollo económico son magros los resultados,
incluso negativos.
En la actual administración
no se generaron los suficientes empleos debido a una desaceleración de
nuestra economía: poca inversión productiva privada y extranjera; la caída de
nuestra industria manufacturera y de la construcción y una baja considerable en
las remesas de nuestros compatriotas que trabajan en los Estados Unidos. El
único sector más dinámico de nuestra economía es la industria del turismo, que,
por cierto, el mandatario federal anunció que los empresarios mexicanos
invertirán a partir de este año millonaria inversión en 14 destinos turísticos.
En el balance que hizo a la seguridad pública señaló
resultados positivos tales como la disminución de los homicidios dolosos en un
24% comparado al año anterior. Dio cuentas a la vez de la captura de 67 de los
122 jefes de las bandas del narcotráfico gracias a la buena coordinación de todos
los integrantes del consejo de seguridad nacional y a un eficaz sistema de
inteligencia, lo que trajo como consecuencia la baja de la violencia en los
estados de Tamaulipas, Veracruz, Nuevo León, Coahuila y Sinaloa. Sin embargo
omitió decir Peña Nieto que los índices de violencia se incrementaron
notablemente en los estados de Michoacán, Guerrero, Jalisco y el Estado de
México.
Si bien asestó duros golpes a las mafias de la droga, no
puede decirse a las bandas del crimen organizado las que se dedican a la extorsión,
al cobro de piso, al secuestro y a la trata de blancas que provocan más
violencia y reditúan a los criminales cuantiosas sumas de dinero, incluso más
que el tráfico de la droga.
Al referirse Peña Nieto a los grupos de autodefensa
comunitaria les mandó un claro mensaje: que no se tolerará que nadie haga
justicia por su propia mano. Ese mensaje será atendido siempre y cuando el
Gobierno Federal y estatal proteja realmente a sus habitantes. De otra manera
será un mensaje vacío.
En el tema social el ejecutivo federal señaló algunos
resultados, entre otros: la Cruzada Nacional contra el Hambre en 400
poblaciones que viven en condiciones de extrema pobreza.
Si bien se han invertido cuantiosos recursos en esta
administración a combatir la pobreza extrema todavía no sabemos si ha dado
buenos resultados. En algunos estados sus gobernadores continúan aplicando esa
cruzada con tintes asistencialistas y electoreros.
El gobernante federal de igual manera anunció que durante su
administración está en marcha los
programas de apoyo económico a los adultos mayores de 65 años y un seguro de
vida a las jefas de familia solteras. Estos logros son hechos tangibles en el
país.
Otra de las áreas de gobierno en donde se están viendo
avances es en el sector educativo. El presidente Peña Nieto celebró que un día
antes de su informe de gobierno la Cámara de Diputados haya aprobado por
mayoría la nueva Ley de Servicio Profesional Docente, la que hará posible no
solo evaluar el desempeño de los maestros de enseñanza básica y se les
capacitará y por ende, se mejorara la calidad de la enseñanza.
En su discurso de una hora el mandatario federal se mostró
seguro ante la clase política y empresarial del país que todo su proyecto de
gobierno dará resultados y transformarán al país cuando sean aprobadas por el
Congreso de la Unión la reforma Energética; la reforma Hacendaria; la Reforma
Financiera y la reforma Política-Electoral. ¿Qué pasará si esas reformas no se
concretan?
Y aun sí se reformaran desconocemos cual será el
comportamiento de los agentes involucrados para que estas reformas se traduzcan
en acciones de gobierno, puesto que están en juego poderosos intereses
económicos de la clase empresarial, numerosas prebendas de la clase política en
el poder, en los partidos político y en los sindicatos que se fortalecieron en
los años dorados del PRI hegemónico y durante
los gobiernos panistas que se sirvieron del poder con la cuchara grande.
Fue la misma changa, pero revolcada.