Por Francisco Cruz Angulo
Después de los resultados electorales en 14 entidades del
país realizados el pasado 7 de julio, las dirigencias nacionales del PAN y PRD
anunciaron conjuntamente estar ponderando si vuelven a sentarse en la mesa del
“Pacto por México”. Según los dirigentes nacionales porque hubo muchas
irregularidades, sobre todo que los gobernadores priistas metieron mano
violentando la equidad y transparencia de los procesos electorales.
La posición de los jerarcas del PAN y PRD responden más bien
a factores del orden interno. Gustavo Madero tiene que enfrentar en agosto
próximo una asamblea nacional en donde se reformarán los estatutos, Declaración
de Principios y Programa de Acción que por falta de quórum y la división
interna había sido postergada.
En esta asamblea se decidirá el rumbo del PAN para los
próximos años; se establecerán las nuevas reglas del juego interno para la
asignación de los puestos de elección popular, la admisión de militantes y
adherentes y de su estructura territorial haciendo hincapié en la necesidad de
impulsar nuevos liderazgos de cara a las elecciones federales del 2015 y 2018.
Otros de los dilemas que tienen que encarar los actuales
dirigentes nacionales del blanquiazul es nada menos que definir el si se
pretende construir un partido de masas o de cuadros. Por la experiencia de 12
años en el poder presidencial ese partido creció cuantitativamente en todo el
territorio nacional, pero sus líderes fueron tragados por la masa mediante el
clientelismo electoral y la utilización del poder con propósitos
patrimonialistas.
Anclados los panistas en esta prácticas nocivas que tanto
criticaron del PRI, se explica el por qué luego que perdieron la silla
presidencial miles de militantes y adherentes así como de cuadros políticos que
ascendieron al poder de la noche a la mañana descartaron de las filas panistas
para transfugarse a otros partidos políticos. Hoy Centenares de panistas están
afiliados al tricolor.
En esta lógica de reacomodo de fuerza en el interior del
blanquiazul se mueve Gustavo Madero y su actual comité ejecutivo nacional. Será
hasta el mes de diciembre cuando se decida definitivamente el rumbo de esa
organización cuando asuman el liderazgo el próximo comité ejecutivo nacional.
Por su parte Jesús Zambrano presidente del comité ejecutivo
nacional del PRD su posición es más endeble, pues aparte de la sangría de
militantes y cuadros políticos que sufrió el partido del Sol Azteca con la deserción
de Andrés Manuel López Obrador tiene que lidiar en su interior con la corriente
bejaranista; con la corriente de Marcelo Ebrard y Manuel Camacho; con los
seguidores del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Macera y con
la corriente de los gobernadores de Morelos, Guerrero, Tabasco y Oaxaca.
Sin unidad interna el PRD no es garantía que las reformas
estructurales, Energética y Hacendaria transiten sin dificultad por la vía del
“Pacto por México” y Congreso de la Unión. Es más probable que estas reformas salgan de un pacto PRI-PAN
aun con los problemas internos de este último partido.
Según la agenda del “Pacto por México” las reformas
Energética y Hacendaria, la primera debería salir en un periodo extraordinario
del Congreso de la Unión en agosto próximo y la segunda en el primer periodo
ordinario de sesiones a iniciarse el 1 de septiembre.
Hasta hoy todo presagia que la Energética no saldrá en la
fecha prevista debido al desencuentro
entre la Cámara de Diputados y la de Senadores. Los grupos parlamentarios de
esta última acusan de gandallismo a la de Diputados toda vez que los proyectos
de iniciativa se han elaborado sin el concurso de la Cámara alta. Los Senadores
señalaron que no están dispuestos a ser caja de resonancia o de simple levanta dedos.
Hay quienes piensan que el coordinador de la bancada priista
en la cámara federal, Manlio Fabio Beltrones su exceso de protagonismo pone en
riesgo la viabilidad del Pacto por México.
Será un trabajo inútil cualquier iniciativa que sea aprobada
en la Legislatura Federal si al llegar a la de Senadores queda congelada.
Los Senadores son de la opinión que los acuerdos que surjan
en la mesa del Pacto por México no deben sustituir el trabajo legislativo.
Indican que en todo caso son material de trabajo porque sería una
irresponsabilidad aprobarlos sin quitarles ni un punto o coma.
En el inter de las elecciones hasta el 1 de septiembre con la
apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Unión, tanto el PAN como el
PRD harán todo lo posible para poner contra la pared al presidente Peña Nieto y
al PRI.
Ambos dirigentes nacionales coincidieron continuar en el
“Pacto por México” siempre y cuando primero se realice la reforma Electoral, la
Ley Federal de Educación, la Comisión anticorrupción y la Reforma al IFAI.
¿Cuál de las dos reformas? La casi consensuada PRI-PAN-PRD o
el proyecto de iniciativa de reforma surgida de la Cámara de Senadores. Esta
última es más profunda por implicar un cambio de régimen político y de una
mayor participación ciudadana.
Si no hay consenso sobre alguna de ellas o una mezcla de las
dos adiós reforma electoral. El senado con perredistas y panistas serán un
hueso duro de tragar porque tienen el sartén por el mango.