Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
El debate a finales de la semana pasada entre los candidatos Ricardo
Anaya Cortés y el senador Javier Corral Jurado por la presidencia nacional del
Partido Acción Nacional (PAN) hubo mucho ruido y pocas nueces. El debate fue
divulgado por internet.
Los dos candidatos panistas en vez de plantear propuestas de cómo
superar la crisis interna que prevalece desde el 2012 en el que perdió la
presidencia de la república y fue confinado hasta el tercer lugar en su votación
nacional, uno y otro se descalificaron mediante acusaciones degradantes.
El candidato Ricardo Anaya cercano al grupo hegemónico
encabezado por Gustavo Madero acusó al senador con licencia Javier Corral de una
personalidad al protagonismo personal más que ser fiel a los principios ideológicos
y programáticos del blanquiazul y su cercanía política con la izquierda radical
del político tabasqueño y líder de MORENA Andrés Manuel López Obrador lo cual
será un peligroso lastre para el partido que desea conducir. Es como decirle al
senador Corral “que es un peligro para el PAN”.
Corral Jurado no se quedó atrás. Aseguró que el diputado con
licencia Ricardo Anaya será un monigote del grupo maderista.
Echó en cara a que durante su liderazgo como coordinador de
la bancada panista en el Palacio Legislativo de San Lázaro se hizo de la vista
gorda en los escándalos de conflictos de interés en el que incurrió la pareja
presidencial en la adquisición de la llamada casa blanca y otras propiedades
adquiridas por el presidente Enrique Peña
Nieto y el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y más aún, el haberse hecho
el omiso cuando varios diputados de su bancada fueron exhibidos en las redes
sociales de exigir “moches” a presidentes municipales de militancia panista a
cambio del clásico diezmo en obra pública federal gestionada por sus buenos
oficios.
De igual forma el político chihuahuense recordó a su
competidor que cuando cuidó fugazmente
la presidencia nacional del PAN no movió un solo dedo para llamar a cuentas al
ex gobernador de Querétaro, Francisco Garrido Patrón y al gobernador de Sonora,
Guillermo Padrés Elías, el primero procesado penalmente por desviación de
fondos públicos y por defraudación fiscal y, el segundo, acusado públicamente de
apropiarse ilegalmente de recursos hidráulicos para el riego de campos de
cultivo de su propiedad en el Estado de Sonora, lo que provocó en gran parte la
derrota a gobernador por el PRI.
En esta línea el senador Corral hizo responsable a la
corriente maderista de la profunda división interna en ese partido; en desviar
sus principios doctrinarios por un pragmatismo clientelar y en el encono en que
incurren en contra de quienes no comparten su visión de partido patrimonialista
o de nación.
Denunció además que la competencia no es equitativa ni
transparente razón por lo cual considera que los dados ya están cargados a
favor del Dip. Ricardo Anaya.
En entrevistas por separado en programas de noticieros de televisión chilanga
ambos competidores admitieron que en el
susodicho debate hubo más ataques personales que propuestas.
El diputado Anaya aseguró que de llegar al liderazgo nacional
de su partido asumirá una actitud crítica y de oposición real al gobierno de
Peña Nieto. Se comprometió a recuperar la credibilidad de su partido mediante
la búsqueda de la unidad; el castigo a la corrupción en contra de los
servidores públicos panistas que incurran en acciones ilegales e impulsar un
proyecto de partido que esté comprometido con los intereses populares y de la
nación. “Vamos a regenerar a nuestro partido, sentenció”.
Por su parte Javier Corral anunció que para sacar de la grave
crisis al PAN es su refundación, es decir, recuperar los principios ideológicos
y programáticos que dieron origen a ese partido. Reivindicar su democracia
interna; ofrecerles oportunidad a nuevos liderazgos que asuman con
responsabilidad y honestidad los diversos cargos de elección popular y en el
partido de manera que su ascenso político no sea por imposición de la cúpula que
encabeza el diputado electo, Gustavo Madero.
La elección interna a la presidencia nacional del blanquiazul
será en la segunda quincena de este mes. De su resultado dependerá la política de
alianzas en las elecciones estatales y federales del 2016 y 2018, ya sea con
otros partidos de oposición o por el hoy partido gobernante. ¿Por quién de
ellos votarán los panista nayaritas?..