Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Finalmente quedó aprobada por el Senado de la República la miscelánea
fiscal del 2014. Durante los debates hubo modificaciones a la minuta que fue
aprobada por la Cámara de Diputados, sobre todo en la progresividad de los
impuestos. Veamos algunas de ellas: se modificó el ISR del 31% al 30% para
todas las personas físicas que ganan hasta 750 mil pesos anuales. El propósito es
no afectar a las clases medias de la población. Se aprobó modificar el impuesto
del 5% al 7% a los alimentos chatarra, es decir, todos aquellos considerados
como botanas.
En la iniciativa de los diputados se cargaba a los
trabajadores en activo vía pago del Infonavit el seguro del desempleo. Los senadores
perredistas lograron que ese seguro fuera a cargo del gasto público federal.
El seguro del desempleo lo gozará aquel trabajador que está
cotizando al IMSS por lo menos un año y será por 6 meses.
Pese a que los senadores del PRI, PRD, PVEM y Nueva Alianza
fueron presionados por los grandes empresarios de trasnacionales y de los que
cotizan en la bolsa de valores incluyendo a los senadores del PAN y del PT se
mantuvieron firmes en la progresividad de los impuestos y en la cancelación de
privilegios mediante la llamada consolidación fiscal que era por donde eludían el
pago de impuestos.
Tanto los panistas como los lopezobradoristas se rasgan las
vestiduras al acusar al PRD de haberse dejado cooptar por el Gobierno de Peña
Nieto para sacar adelante la Reforma Hacendaria. Cada uno por su lado lo
calificó de ignominioso y que afectará al pueblo.
Se les olvida a los blanquiazules que ellos mismos han hecho
un mercadeo de sus alianzas con el PRI. Regresemos al gobierno de Salinas de
Gortari quien para legitimarse como presidente de la república Carlos Salinas urdió
las concertaciones. La primera de ellas fue en Baja California y luego en Guanajuato
en donde cedió las gubernaturas. Luego al correr de los gobiernos priistas las
alianzas con el PRI en el Congreso de la Unión le negociaron innumerables
prebendas y puestos de elección popular.
Gracias a esas alianzas alcanzaron la silla presidencial en el 2000 con Vicente
Fox. Ahora se enardecen y se sienten víctimas de la aplanadora PRI-PRD. Digan lo
que digan la reforma hacendaria es la mejor de las últimas décadas, por ser redistributiva
de los ingreso y social en su esencia. Los grandes empresarios se habían acostumbrado
a los privilegios fiscales por su cercanía con el poder presidencial.
La reforma en Telecomunicaciones es otro avance en la democratización
de nuestras instituciones.
Otro tema que causa escozor en todos los sectores de la población
es la aprobación de un déficit fiscal del 1.5% del PIB para el ejercicio fiscal
del 2014.
Comentan los economistas que este porcentaje representará
alrededor de más de 600 mil millones de pesos de deuda pública que sumados a
los obtenidos vía recaudación el Gobierno de Peña Nieto tendrá en sus manos
nada menos de 4 billones 479, 954 millones de pesos.
Según el Gobierno Federal esta política anticíclica será para
reactivar la economía del país ahora en decrecimiento hasta el 1.6% de acuerdo
a las últimas estimaciones de las agencias especializadas.
De ser cierto este argumento el Gobierno Federal deberá invertir
enormes cantidades de dinero en infraestructura carretera y sanitaria, en educación,
salud, vivienda, crédito al campo y en la pequeña y mediana industria para
generar millones de empleos y elevar el poder adquisitivo de los mexicanos.
Otro de los problemas cruciales que enfrentará el gobierno de
Peña Nieto es gastar bien, con transparencia y rendición de cuentas, así como
evitar el sub ejercicio que nadie sabe a dónde va a parar todo ese dinero que
no se gasta.
En esta lucha contra
la corrupción tendrá mucho que hacer la SHCP, el Órgano Superior de la
Federación para que fiscalicen todo el dinero público que se enviará a los
gobernadores y presidentes municipales en cada una de las entidades
federativas.
Ahora con la centralización del gasto público en salud y educación
se dará un enorme paso pero no lo suficiente para acabar con el añejo flagelo
de la corrupción.
Ahora bien los Diputados y Senadores nos deben la Ley Anticorrupción
y las normas reglamentarias del nuevo Instituto Federal de Acceso a la Información
(IFAI). Estas instituciones fueron parte sustantiva de la agenda del presidente
Peña Nieto y hasta ahora están atoradas en la legislatura federal.