Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
La Sra. Águeda Galicia se salió con la suya no obstante que
el presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje ordenó la suspensión temporal
de realizar la elección del nuevo Comité Ejecutivo del SUTSEM mediante una
medida cautelar hasta en tanto se resuelve la impugnación de la convocatoria
respectiva hecha por la planilla “blanca” encabezada por la Sra. Adelaida
Ibarra, quienes argumentan que la susodicha convocatoria atenta contra los
derechos de los trabajadores de votar y ser votado en igualdad de oportunidades.
La Sra. Águeda Galicia celebró elecciones el sábado pasado en
donde fue reelecta como secretaria general con el apoyo –según su decir- de
8,300 afiliados que asistieron a ese evento en un centro social propiedad del
sindicato. Se dice que la reelección fue por aclamación.
Por lo pronto la reacción de los integrantes de la planilla
blanca desconocieron la legalidad de esa elección; lo mismo fue expresado por
el presidente de la junta de Conciliación y Arbitraje.
¿Qué sigue? Si la búsqueda de la solución se va por el lado jurídico
la señora Águeda Galicia con antelación al proceso electivo se amparó ante un
juez en contra de la medida cautelar. En ese documento argumenta que la
convocatoria está en concordancia con los estatutos que hoy norman a ese
sindicato.
De corroborarse lo anterior y con el apoyo de los 8,300
trabajadores que sufragaron a favor de la reelección de su actual lideresa será
difícil que invaliden ese proceso a menos que le quieran dar una solución política.
Es cierto que la convocatoria no posibilita una competencia democrática
y equitativa. Sin embargo el problema no radica en ésta sino en los estatutos
que es el origen de la violación a los derechos humanos.
Como señalé en alguna columna los Trabajadores al Servicio
del Estado y Municipios deben exigir la reforma a sus estatutos modificando o
derogando los dos artículos que hoy impugnan en la mencionada convocatoria. Aquí
está el meollo del asunto.
Ahora bien si se le quiere dar un giro político esto llevará
a un largo desgaste de confrontación si se comprueba en los hechos que la Sra. Águeda
Galicia en efecto tiene el apoyo de la mayoría de su gremio.
Entonces estaríamos ante un escenario que nadie quiere:
plantones, paros laborales, marchas callejeras y todos los añadidos que suelen
infiltrarse para llevar agua a su molino.
Pero también podría ocurrir lo que padeció la Profra. Elba
Esther Gordillo; bastó un enérgico apretón del Gobierno Federal para dejar sola
a la otrora poderosa cacique sindical.
No olvidemos que estamos en un proceso electoral que se
vislumbra difícil en el 2015. Un proceso electoral enturbiado por un conflicto sindical
a quien más le perjudica es al Partido del gobierno, esto es, al PRI.
A esta posible conflictiva situación en Nayarit agreguemos lo
que ocurre en otros Estados de la República en donde a diario hay plantones,
marchas y actos vandálicos que han puesto en la picota pública la fragilidad de
nuestras instituciones de procuración y aplicación de la justicia.
Si Nayarit se vuelve convulso por esta clase de
movilizaciones pondría en riesgo la seguridad pública y, en consecuencia, desalentaría
la inversión pública y privada en Nayarit.
Lo que mejor conviene es no echarle más leña a la hoguera
venga de donde venga. Es más saludable encontrar una salida negociada. La política
es para resolver problemas, no para generarlos.
Hagamos votos para que este conflicto sindical no desborde
pasiones y prevalezca el buen juicio.