Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Durante un ambiente de agresiones físicas y descalificaciones
entre diputados priistas, panistas, perredistas y simpatizantes de MORENA el
pleno de la Legislatura Federal aprobó el viernes pasado en su pleno la minuta
de reforma constitucional en materia Energética.
Mientras los diputados perredistas utilizaron todas las
prácticas de boicot, los aliados PRI-PAN-PVEM y PANAL utilizaron recovecos de
su reglamento interno para legalizar la apertura de la inversión privada
nacional y extranjera en toda la cadena de la industria petrolera y de energía eléctrica
en el país.
Los panistas padres putativos de la reforma energética
coinciden con los priistas que una vez que aprueben esa reforma 16 más uno de
los Congresos locales dará inicio a una nueva época de la transformación y
desarrollo económico del país, lo cual traerá aparejado la creación de millones
de empleos, mejores salarios y el bienestar social de los mexicanos.
Destacan, por otra parte, que a mediano plazo gracias a la
competencia en el consumo de los hidrocarburos, energía eléctrica y gas se
abaratarán sus precios en el mercado nacional. Del dicho al hecho hay mucho
trecho como dice la voz popular.
Para empezar habrá que esperar como vienen las leyes
reglamentarias a los artículos 25, 27 y 28 constitucional. Por la mala
experiencia que ha dejado a los mexicanos las políticas de privatización en
anteriores regímenes presidenciales no llegaron los beneficios sociales o
económicos que tanto se presumió. El hecho más notable fue el del Fondo
Bancario de Protección al Ahorro (fobaproa)
cuando el gobierno de Carlos Salinas de Gortari rescató en 1990 el sistema
bancario en manos de particulares que no
solo administraron pesimamente el ahorro nacional sino que una buena parte de esos
recursos financieros fueron a parar a los bolsillos de inmorales banqueros y lo
que es peor, luego cuando fue ya saneado, con nuestros impuestos y endeudándonos
por décadas, esa misma banca fue regresado a los banqueros nacionales y
extranjeros.
Hoy nos preguntamos dónde quedó aquella promesa del Gobierno
Federal que vigilaría para que la banca comercial fuera promotora del
desarrollo económico del país. Por el contrario es depredadora, usurera que se
aprovecha de una clase media gastalona para mejorar sus status social mediante
el uso indiscriminado de tarjetas de créditos.
Esto es solo un botón de muestra de cómo compañías nacionales
y extranjeras han saqueado nuestro patrimonio nacional.
Volviendo a la reforma energética cómo se nos garantizará que
las grandes corporaciones petroleras extranjeras no chupen indiscriminadamente
nuestra riqueza de hidrocarburos mediante los contratos de utilidad compartida,
de producción compartida y contratos de licencia.
¿Dispone el Gobierno Federal de instituciones de control,
supervisión y de medidas punitivas para hacer cumplir nuestras leyes y la
soberanía nacional? Yo creo que no.
Nadie en su común juicio está de acuerdo en que sigamos
atados a los viejos dogmas cuasi religiosos de nuestro pasado revolucionario.
Aquellos eventos contribuyeron a la construcción de nuestra nación. Son un
referente histórico pero no el punto de partida para edificar nuevas
instituciones más sólidas y más democráticas.
Por supuesto, el México de hoy debe transformase para que no
se amplié la brecha entre una minoría de millonarios y más de 50 millones de
pobres.
El presidente Peña Nieto se jugará su credibilidad y su
destino político a partir del próximo año cuando se tengan que implementar en acciones
de gobierno todas las reformas estructurales que por medio del “Pacto por
México” y del Congreso de la Unión fueron aprobadas este año.
Por el lado de las izquierdas no deben apostarle a que
fracasen para sacar raja política. Por el contrario su deber es ir más allá del
encono discursivo y utilizar todos los medios legales a su alcance y exijan que
las reformas aprobadas rindan sus frutos a corto y a mediano plazo en beneficio
de toda la población mexicana. El futuro de nuestra nación la construimos
todos. El terrorismo verbal y el vandalismo callejero no contribuyen en nada a
este objetivo histórico.