Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Una vez más otra raya al tigre al gobierno del Presidente
Enrique Peña Nieto.
En los últimos días de la semana pasada la fiscalía
anticorrupción españ ola confinó a la cárcel al ex gobernador de Coahuila y ex
dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira señalado como presunto responsable
de los delitos de lavado de dinero, desvío de recursos públicos y
enriquecimiento ilícito.
La justicia española le echó el guante al político
coahuilense luego de investigar el origen de sus cuentas bancarias en los
Estados Unidos y España que datan cuando se desempeñaba como gobernador del
Estado.
En aquella fecha
Humberto Moreira fue denunciado ante las autoridades judiciales estatales y
federales de haber participado en el desvío de fondos públicos y falsificación
de documentos oficiales del Congreso del Estado lo que derivó en una deuda
pública de alrededor de 136 mil millones de pesos.
No obstante que la fracción parlamentaria del Partido Acción
Nacional en el Congreso del Estado presentó documentos que respaldaban su
denuncia, la Procuraduría General de la República lo exoneró de tales delitos dando
carpetazo a la denuncia.
En cambio el entonces candidato a la presidencia de la
república Enrique Peña Nieto lo nombró como dirigente nacional del PRI; pero ante
la irritación popular en contra de Moreira se vio obligado a separarlo del
cargo.
Lo que no esperaba la PGR fue la investigación por las
autoridades bancarias de los Estados Unidos que venía realizando desde el 2014 en
torno a los millonarios depósitos en dólares en aquella nación que realizó
gente cercana a Moreira y luego las transferencias de ese dinero a sus cuentas
bancarias en España que provocó finalmente su detención.
Quedó evidenciado que la impunidad que gozó el ex gobernador
de Coahuila haya concluido con una frase sarcástica de la Fiscalía Española
“misión cumplida”, tal y como lo pronunciara Enrique Peña Nieto cuando se
recapturó al “chapo” Guzmán.
Qué paradoja, mientras los políticos corruptos de nuestro
país son premiados con otros puestos públicos o simplemente se les separa de
sus cargos y de esta manera quedan impune sus pillerías, en otros países, no
solo se les investiga sino que se les aplica todo el rigor de la ley. ¿De qué
sirve el haber aprobado recientemente nuestro sistema anticorrupción si hoy
continua siendo letra muerta?..