Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
En un acto de justicia social el Gobernador Roberto Sandoval
entregó en días pasados 150 viviendas con un valor aproximado de 280 mil pesos
cada una a igual número de familias que desde hace décadas sobreviven en condiciones
inhumanas en las inmediaciones de los tiraderos de basura en las afueras de
Tepic. El sostén diario de esas familias es por lo que recolectan y luego
venden materiales que son reciclados por
el sector industrial.
A esta generosa acción de gobierno añadamos otra a favor de
las familias de los agentes de la policía Nayarit.
Como lo señaló con acierto el mandatario nayarita cuando la
gente le da las gracias: “no me den las gracias; es nuestra responsabilidad
como servidores públicos”.
Por supuesto la gente debe tomar conciencia que toda obra pública
se financia con los impuestos de todos y no de los bolsillos de los
gobernantes.
La obligación de todo servidor público es administrar bien,
con honradez y transparencia los
recursos públicos provenientes de las haciendas municipales, estatales y
federal.
Los demás integrantes del gabinete de Roberto Sandoval deben
seguir su ejemplo pues no falta que funcionario sea proclive a que le rindan
culto a su personalidad.
El hecho de otorgar una vivienda digna a las familias más
pobres merece nuestro reconocimiento público…
El PRD en
su peor momento.-La crisis política y de seguridad pública en el
Estado de Guerrero gobernado por un ex priista y luego adoptado por el Partido
de la Revolución Democrática (PRD) no solo exhibe la debilidad institucional
sino que puso al descubierto la manera como las bandas del crimen organizado -sea
por presión o complicidad- se encumbraron a las presidencias municipales de
aquella entidad al igual como ocurrió en el Estado de Michoacán gobernado por
el PRI.
Lo más grave de esta crisis es que puso en la picota pública
al Gobierno Federal encabezado por Enrique Peña Nieto y a los tres partidos más
importantes en el país como lo son el PAN, PRI, PRD, más a este último partido político
que hoy enfrenta uno de sus peores momentos.
El lunes pasado la corriente encabezada por su líder histórico
Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en un desplegado público demandó la renuncia de todo
el comité ejecutivo nacional presidido por Carlos Navarrete recién electo líder
nacional, quien por cierto respondió el día de ayer que no renunciaría porque
fue electo democráticamente por el consejo nacional que, según él, representan
a cerca de 2 millones de militantes.
La actual dirección nacional del PRD tiene varios frentes que
encarar:
1.-La pérdida de credibilidad como una opción de gobierno. Hasta
el día de hoy están bajo investigación de la PGR más de una veintena de
ayuntamientos en esa entidad, gobernados por perredistas. Se presume que sus
alcaldes tienen vínculos con el crimen organizado, sea directa o indirectamente.
Estos hechos evidencian que los órganos electorales de ese
partido toleraron la designación de candidatos a los puestos de elección popular,
no por su buena trayectoria política sino a quienes supuestamente eran más
populares y con suficiente dinero para
financiar sus campañas. Los llamados candidatos externos fueron los caballos de
Troya que hoy tienen al PRD en su crisis interna.
2.-Con la deserción de López Obrador perdió el PRD a su maquinita
de generar millones de votos. Está claro que sin el carismático líder tabasqueño
que llenaba de gente las plazas públicas
en el país debido a sus belicosas arengas, ese partido de izquierda junto con
sus coaligados PT y Movimiento Ciudadano jamás hubieran sacado los más de 13 millones de
votos en la elección presidencial del 2012 y no tuvieran la gran cantidad de
diputados y senadores en el Congreso de la Unión.
Con el surgimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA)
lidereado por López Obrador ahora el voto de izquierda tendrán que disputárselo
al peje en las próximas elecciones federales y estatales en el 2015.
López Obrador es un ave de tempestades y está en su mejor
momento para ganar posiciones de poder el próximo año, mientras que el partido
del Sol Azteca dispone de muy pocos dirigentes de prestigio nacional.
Aunque
la corriente hegemónica “nueva izquierda” dirigida por los “chuchos” se obstina
en negar esta realidad, con la probable renuncia del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas a
las filas de ese partido, el PRD corre el grave riesgo de irse hasta el cuarto
lugar como fuerza política-electoral.