Qué hacen
los gobiernos de cualquier signo político para evitar que cuando ellas demandan
empleo, se les haga firmar contratos en blanco; se les exija exámenes médicos
que demuestren no estar embarazadas o si lo están simplemente no las emplean. Luego
si pasan todos esos trámites resulta que se les paga muy por debajo respecto a
los varones.
Esta situación
discriminatoria la podemos observar en las grandes cadenas comerciales como
Wal-Mart, Ley, Soriana, Aurrera, Sanborns y otros complejos comerciales
trasnacionales. Qué hacen las autoridades, simplemente hacerse de la vista
gorda y, por el contrario, se les ofrece facilidades fiscales disque para
fomentar el empleo.
Se habla de
que existe una creciente descomposición del tejido familiar. Lo que no se hace
nada es como apoyar a las madres solteras que obligadas por la necesidad de trabajar
dejan a sus hijos solos o al cuidado de otras personas. Estos millones de niños
y niñas caminan en la franja de alto riesgo, esto es, en la vagancia, en el
pandillerismo de las calles y luego sucumben al alcoholismo y a la drogadicción.
A falta de acceso a las escuelas y al empleo, estos millones de niños y jóvenes
son fácil presa de los sicarios de la droga y del crimen organizado. Allí están
las cifras que no mienten: más del 80% de los 60 mil muertos de la guerra del
gobierno panista de Felipe Calderón en contra del crimen organizado fluctúan
entre los 15 a los 30 años.
Hasta el
momento no hemos escuchado de los 4 candidatos presidenciales medidas
preventivas para evitar la descomposición familiar. La mujer está inerme a un
destino incierto.
Otro problema
que no se atiende a profundidad es el creciente número de madres menores de
edad. Por un lado tenemos un régimen federal mojigato que para eludir su
responsabilidad de implementar políticas de salud de prevención del embarazo o,
en su caso, la práctica del aborto de un embarazo no deseado, se rasga las
vestiduras implorando el derecho a la vida desde el momento de la concepción. Incluso
hasta decenas de gobiernos priistas aprobaron leyes que penalizan y llevan a la
cárcel a mujeres que exigen su derecho a decidir sobre su cuerpo.
Si hablamos
de la mujer en la política, por igual se las discrimina. Los jefes de los
partidos políticos las utilizan en tareas de propaganda en tiempos electorales,
en objetos sexuales y, si bien les va, a una que otra le dan chance de una regiduría
o una diputación local; pero eso si, en los puestos más importantes de representación
popular las confinan como suplentes. Fue necesario que en esta elección presidencial
el IFE apretara las tuercas a los partidos
políticos para obligarlos a respetar la cuota de género en la asignación de
candidaturas al Congreso de la Unión.
Toda esa publicidad
melosa a la madrecita abnegada, sufrida, querendona que tiene como propósito conmover
y hacer gastar dinero en regalos deberían repelerla las autoridades y los
partidos políticos, por otra que exalte los valores de la mujer trabajadora que
día a día se esfuerza por llevar
alimento a sus casa, dar educación a sus hijos y sobrevivir en un entorno
brutal y discriminatorio.
Señores candidatos
y candidatas: ¿cuáles son sus propuestas para que esas millones de mujeres
solteras recuperen la igualdad de oportunidades y derechos en una sociedad
machista como la nuestra? De plano, ¿no tenemos madre?..