La sempiterna
lideresa magisterial alega que no hay condiciones debido a que se está en un
proceso electoral y que podría politizarse en perjuicio del S
Sindicato y
de sus agremiados. Propuso posponerlo
una vez concluida la elección presidencial, por lo que las autoridades
educativas respondieron que llueva o truene se aplicará el examen el día pactado entre ambas partes.
Naturalmente
ya se politizó: Elba Esther Gordillo tiene claro que de aplicarse tendrá consecuencias
adversas a su liderazgo: por un lado, perderá la confianza de su gremio ya que
en su mayoría rechazan dicho exámen por temor a ser reprobados y, por otro
lado, porque ese enojo de los mentores se la cobrarían votando en contra del Partido
Nueva Alianza (PANAL) organización que es la punta de lanza para conservar su poderío
político en el SNTE y en los puestos de elección popular. Por lo tanto, no
puede darse el lujo de arriesgar ese botín político así tenga que faltar a su
palabra empeñada con su ex aliado, Felipe Calderón.
Por su parte,
el gobierno calderonista busca lavarse la cara ante el evidente desastre
educativo durante su administración. Lo que menos le importa es la calidad de
la enseñanza. Prueba de ello es que el inicio de su gobierno ordenó a la SEP cancelar los contratos con las
empresas que implementarían el programa enciclomedia que fuera aprobado por el
ex presidente, Vicente Fox en el último año de su mandato. La revocación de
esos contratos costó al erario público 3 mil millones de pesos, cuyo costo político
lo está cargando la candidata presidencial del blanquiazul, Josefina Vázquez
Mota, puesto que ella se desempeñaba como Secretaria de Educación.
Agreguemos a
lo anterior el fallido programa calderonista denominado “Habilidades Digitales
para todos” el cual tenía por objetivo dotar de computadoras a todos los
estudiantes de los niveles básico, medio y superior. A consecuencia de la desaceleración
de la economía en el 2008, el Presidente Calderón canceló este programa por
falta de presupuesto, lo que originó erogar otra millonaria cantidad por
concepto de incumplimiento de contrato.
Este conflicto
entre Calderón y Elba Esther es un ajuste de cuentas a consecuencia de que la
lideresa sindical rompió esa alianza el año pasado cuando el ex director del
ISSSTE Miguel Ángel Yunes le cerró la chequera desde donde se financió la creación
del PANAL. Entonces Elba se sintió traicionada y arremetió virulentamente en
contra del gobierno calderonista acusándolo de corrupto.
Esto explica
el por qué la SEP bajo la batuta de su titular Ángel Córdoba esté empeñado en
aplicar el exámen universal al magisterio federal. Hasta ahora tiene contra la
pared a Elba Esther. Es difícil predecir sus resultados de este encontronazo de
trenes porque la astuta líder vitalicia del SNTE quiere ganar tiempo y una vez que concluya la elección presidencial
pactará con el próximo mandatario federal.
No cabe la
menor duda que si el PANAL logra conservar su registro y obtener algunas
curules en el Poder Legislativo, con este capital político estará en
condiciones de negociar el destino de la nueva política educativa en el país,
sobre todo si el PRI no alcanza una mayoría relativa o absoluta en la próxima
Legislatura Federal.
De los
resultados electorales que logre el PANAL dependerá en gran parte el destino político
de Elba Esther. Este viejo cacicazgo sindical podría tener los pies de arena
como lo fue en su momento, Carlos Jonguitud Barrios cuando Salinas de Gortari
le arrebató el liderazgo del SNTE para entregárselo a Elba Esther.