Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Considero de inoportuno el nombramiento del Ing. Héctor
González Curiel como delegado federal de la CONAGUA en Nayarit pues su persona
y la de su tesorera Marcia Bernal fueron denunciados ante la Fiscalía General
del Estado y la Procuraduría General de
la República formalmente como presuntos responsables de la comisión de los
delitos de desviación de recursos públicos y Ejercicio Indebido de Funciones
cuando ambos servidores públicos se desempeñaron como presidente municipal de
Tepic y tesorera municipal durante el ejercicio 2011-2014.
Esta insensatez se deriva no porque legalmente esté impedido
a ejercer el cargo dado que hasta el momento ningún juez lo ha encontrado
responsable de esos ilícitos sino por razones políticas y de moral pública.
En la política los tepicenses ya emitieron su veredicto en
las urnas cuando el partido que lo llevó a la alcaldía de Tepic perdió
apabulladoramente la elección en los pasados comicios del 2014 frente al
panista Leopoldo Domínguez.
En la percepción de los ciudadanos existe la convicción que
ese gobierno encabezado por “El torito” estuvo marcado por la corrupción, por
la incompetencia en mejorar los servicios públicos y en la falta de rendición
de cuentas.
Estas fueron las causas que originaron la derrota electoral
del PRI en este municipio.
Por otro lado es una mala señal que envía a los tepicenses el
director general de la CONAGUA cuando en el mensaje a la Nación que envió el
presidente Enrique Peña Nieto con motivo de su tercer año de gobierno se
comprometió a combatir todo acto de corrupción
y ejercer con transparencia el cargo que ocupan los servidores públicos.
Como el Ing. González Curiel es investigado por presuntos
delitos ante las autoridades competentes de justicia el hecho que se le haya
designado como delegado de la CONAGUA en Nayarit los tepicenses lo han tomado
como una burla y de un manto de protección que le dará impunidad.
Como lo señalé líneas arriba jurídicamente “el torito” no es
culpable hasta que se demuestre lo contrario, solo que por ética pública se
hubiera abstenido a volver al servicio público hasta que hubiese sido exonerado
de dichos presuntos delitos y de esta manera despejaría toda clase de “sospechosismo”
que alcanzará seguramente hasta el mismo gobernador del Estado.
No es casual que al conocerse de este nuevo nombramiento otorgado
al Ing. Héctor González Curiel algunos sectores de la población tepicense se
hayan manifestado por las calles los que sintiéndose burlados y que en vez de
castigar a los políticos corruptos se les premie. Como se dice en la jerga política:
“hay políticos corruptos, pero no pendejos”.
No hay duda que habrá quienes irrumpieron a las calles a
protestar por ese nombramiento quieran llevar agua a su molino, entre otras la
Sra. Águeda Galicia que hasta hoy litiga en los tribunales federales y
estatales la Toma de Nota para que se reconozca su reelección como Secretaria
General del SUTSEM, hoy acéfala.
No creo que el mejor camino de exigir justicia sea la de
recurrir a la injuria y al linchamiento del ex alcalde de Tepic. Para eso están
las instituciones responsables de procurar y administrar justicia.
Si las denuncias en contra de estos ex funcionarios
municipales hechas por la actual administración municipal encabezada por el Dr.
Leopoldo Domínguez que según el decir de los quejosos “duermen en el sueño de
los justos”, pues es a éstas instancias a las que se les debe reclamar que se
aplique la ley de responsabilidades a estos servidores públicos de manera
pronta y expedita.
Andarse por las ramas en la protesta pública se anida la
sospecha de ejercer presión para alcanzar propósitos políticos en la idea de
que se resuelva sobre la mesa otro asunto distinto por el que cacarean en las
calles.
En este caso particular por el que atraviesa el SUTSEM el
medio no justifica los fines. La Sra. Águeda incurre en los mismos desatinos. Quiere
limpiar la casa ajena cuando la suya está anegada de mugre…