Una vez que
concluyeron los comicios presidenciales del 01 de julio se pensó que se
reanudaría la entrega de despensas a los adultos mayores, como así se prometió.
Numerosos
beneficiarios de ese programa no saben a ciencia cierta si se reanudará este
programa debido a que los responsables del Gobierno Estatal no han dicho una
sola palabra.
Comentamos
lo anterior porque se especula en los círculos de la administración estatal que
desaparecerán al igual que la beca
universal para todos los niños y niñas, la entrega de útiles escolares
gratuitos y el seguro de vida para los campesinos y pescadores de nuestra
entidad.
No habría
mayor problema si no fuera porque esos programas sociales están elevados a
rango constitucional. Por lo tanto, es un mandato obligatorio a menos que el
Gobernador, Roberto Sandoval Castañeda decida suspenderlos o reformarlos por
falta de liquidez en la Hacienda Estatal o porque simplemente esta decidido a limpiar todo lo que huela a
Ney González.
En aras de
la transparencia, el Ejecutivo Estatal debería pronunciarse al respecto, así
los beneficiarios no estarían esperando estos apoyos del Gobierno. Es mejor
hablar con la verdad que sacarle al parche o apostarle a la desmemoria de los
nayaritas…CUESTIÓN DE MORAL PÚBLICA.-Los diputados federales y Senadores que
compitieron en el pasado proceso electoral federal, perdedores y ganadores
cobrarán un finiquito de más de un millón de pesos por concepto de ahorros,
parte proporcional de aguinaldos, primas vacacionales y otras prebendas que
obtendrán los legisladores por sus preclaros servicios a la nación.
A los que les
fue muy bien fue al diputado federal, Manuel Cota Jiménez del PRI; y a la ex
perredista Martha Elena García Gómez, ahora del PAN, quienes luego de que se
echen a la bolsa esa millonaria suma de dinero, a partir del 01 de septiembre del
año en curso estarán cobrando su nueva dieta en la Cámara de Senadores. En
términos mercantiles fue un negocio completo.
Los diputados
y senadores que pidieron licencia para competir a otros puestos de elección
popular y que se reintegraron a sus curules porque el voto no los favoreció fueron:
por el PRI, Raúl González Mejía y Gerardo Montenegro; por el PAN Ivideliza
Reyes y Felicitas Parra; por el PRD, el inefable Guadalupe Acosta Naranjo; y
por el PANAL, Cora Cecilia Pinedo.
Si bien
perdieron algunos la elección interna y otros, la constitucional, por lo menos
gozarán de una respetable reserva económica para hacer frente a sus necesidades
mientras están en la banca o encuentran otra chamba en el sector público o en
la burocracia de sus respectivos partidos políticos.
Los grandes
perdedores fueron sus suplentes, es decir, los que cuidaron la curul mientras
los “suspirantes” hacían grilla política-electoral para obtener otro cargo de
mayor rentabilidad. Lo más que ganaron fue la dieta que cobraron mientras trabajaban
como suplentes. Después fueron echados de la curul sin más palabras que una
simple frase: gracias, porque no creemos que sean tan dadivosos para compartir
parte de su liquidación.
Ya es tiempo
que se reglamente el papel de los suplentes. Si el titular del puesto de
elección popular decide buscar otro escaño, pues que se la juegue de a deveras
y soliciten separase del cargo por tiempo indefinido, es decir, que su suplente
concluya el mandato constitucional. Así se la pensará dos veces antes de
ambicionar otro cargo de mayor relevancia. Es justo que paguen las
consecuencias de sus actos.